Un pequeño granito de arena...

Aunque parezca que no, Ana y yo hemos estado haciendo voluntariado en la República Dominicana pero nos pareció más interesante informaros de nuestras aventuras por la isla :) y lo que nos iba pasando día a día. 

El programa con el que hemos ido al país lleva más de 20 años funcionando y ha estado llevando un flujo constante de cooperantes a intentar dejar su granito de arena a la comunidad.

Nosotras tuvimos la suerte de aterrizar en El Balcón, un sitio que como ya he contado, es increíble, con gente que nos ha tratado como parte de su familia y nos ha hecho sentir como en casa.

La idea era analizar las necesidades que pudiese tener la comunidad y ver de que manera podíamos suplirlas. Al llegar, lo primero que vimos fue la cantidad de basura que había a los alrededores de lo que es el paraíso en la tierra, lo cual a mi me chocó profundamente. Desde pequeños, creo que a la mayoría de nosotros nos han enseñado la importancia de tirar la basura al contenedor y yo recuerdo a mi madre mirarme hasta llegar a la basura y tirar lo que llevaba en la mano. Pues, lo que vi fue niños y adultos tirar cualquier objeto que no querían al suelo, sin pensarlo dos veces. Ana y yo nos pusimos manos a la obra y comenzamos a dar charlas y a comerle la cabeza a los niños y también a los adultos para que fueran cambiando sus hábitos diarios.

Un día decidimos hacer una jornada de actividades, entre las cuales hicimos una búsqueda del tesoro! 

Al terminar, los niños disfrutaron de su tesoro que consistía de chuches y caramelos. Una de estas niñas, terminó su caramelo y tiró el papel al suelo sin darse ni siquiera cuenta...Claro, podéis imaginarnos a Ana y a mi, como locas movilizamos a los niños, les pusimos guantes de látex, bolsas de basura y manos a la obra... a recoger toda la basura del lugar! 

Los niños tomaron esto como un juego pero se dieron cuenta de la cantidad de basura que había en una sola parcela! 

Hemos pasado dos meses diciendo cada día: "la basura al zafacón!" a cada persona que tiraba algo al suelo. Al final, por pesadas, comenzamos a ver que la gente si tiraba la basura al contenedor (no siempre, claro, pero un avance). 

En nuestra estancia ahí, también dimos charlas sobre sexualidad, protección y métodos anticonceptivos. Al principio nos costó meternos en el papel de "sexólogas" y yo pasaba vergüenza de pensar en explicar todos estos temas a un grupo de jóvenes (que en algunos casos, llegaron a ser 130 alumnos), pero en seguida cogimos la práctica y nos dedicamos a explicar esto a cada persona que pasaba por delante nuestro... amigos, amigas, niños, niñas, familias, casados, divorciados...de todo. 

Realmente es un tema que necesita ser explicado, como a nosotros nos han enseñado desde el colegio, y que en muchos sitios no tienen los recursos para hacerlo. Lo que si nos sorprendió es que en las clínicas rurales tienen varios métodos anticonceptivos disponibles, que son gratuitos, con lo cual la intención está ahí lo que falta es la educación para que se usen más frecuentemente. 

Por lo que vi y entendí, en la República Dominicana, es algo bastante más habitual que una mujer se quede embarazada joven, aunque no haya terminado ni sus estudios de bachillerato. Esto, como he comentado, se debe a que no hay una educación sexual ni para los jóvenes ni para los adultos. Muchas parejas prefieren "jugársela" y no usar métodos y si se quedan embarazadas, bueno.. pues ya veremos que hacemos, sin ni siquiera pensar en las posibles enfermedades de transmisión sexual. Esto es lo que Ana y yo intentamos meterles en la cabeza día tras día: tener hijos cuando se es joven, te condiciona la vida, por no hablar de las enfermedades. 

También dimos clases de inglés a los niños! 

Aunque con algunos fue algo más complicado, ver las caras de felicidad de los niños cantando canciones que nosotras disfrutábamos de pequeñas, ha sido genial!


Esperamos haber podido ayudar de alguna manera a las personas y familias que tanto nos han dado y haberles enseñado algo de lo poco que sabemos, que les pueda ayudar a cuidarse y a mejorar sus vidas.  

Fin de semana en Santo Domingo

Después de la buenísima experiencia con Plus Group en Jarabacoa, decidimos ir para la capital a conocerla y a compartir un poco más con nuestros amigos. 

La primera noche salimos a pasear por la Zona Colonial, cenamos en un restaurant precioso de comida árabe, lo cual fue un agradecido cambio del arroz, habichuelas y carne... :) 

La Zona Colonial de noche tiene un encanto especial y disfrutamos paseando por las calles antiguas, escuchando música salir de los diferentes locales y colmados. 

Al día siguiente, después de unas compras en malls de la ciudad, Ana y yo decidimos hacer una escapada romántica por el famoso malecón! 

Necesitábamos tiempo para nosotras dos y disfrutar de las vistas del Mar Caribe. Al llegar al Malecón vimos que habían muchísimas chichiguas (cachirulos, cometas) en el cielo y nos pusimos manos a la obra para conseguir una para volar nosotras! 

Después de un divertidísimo rato volando nuestra chichigua de la bandera dominicana, regresamos a la Zona Colonial para verla de día. Es completamente diferente! 

Resultó ser un día especial en el que los museos eran gratuitos así que aprovechamos para hacer un poco de turismo cultural. 

Esa noche nos invitaron a una boda dominicana, y claro, conociendo nuestra pasión por las bodas os podéis imaginar que Ana y yo estábamos de lo más emocionadas! Así que, nos arreglamos (yo con un precioso vestido prestado) y fuimos para la boda (aunque llegamos con varias horas de retraso, horario dominicano)!

Prontito al día siguiente salimos rumbo al noreste de país. A un lugar paradisíaco llamado Playa Grande. 

Playa Grande es la idea que tenía yo de lo que es el Caribe...Playa preciosa, agua cristalina, arena blanca, palmeras tumbadas, cocos caídos... Pensé que no vería algo así jamás en mi vida y la verdad que me dejó impresionada la belleza del lugar. 

Pasamos el día disfrutando del lugar, tomando el sol, comiendo como campeones, bebiendo cócteles dentro de piñas y cocos, jugando a frisbee, riendo y pasándola bien con buena compañía. 

Y tras mucho mucho buscar por fin encontré una palmera tumbada para hacerme la mítica foto de cualquier gringa!! 

De ahí fuimos a refrescarnos a la Laguna Dudú, un lugar igual de espectacular con un encanto especial y con agua fresquita que se agradecía tras pasar el día al sol. 

Para terminar nuestra aventura con el Grupo Plus fuimos a disfrutar del Son! Un evento que tiene lugar cada domingo desde hace años y en el que se concentra todo tipo de gente de la capital a escuchar un grupo de música en directo y a bailar un poquito! 

De nuevo gracias a nuestros capitaleños favoritos por enseñarnos un pedacito más de vuestro increíble país! Ha sido una experiencia inolvidable! 

Un merecido descanso en Puerto Plata

Después de “mucho” trabajar aquí en Jarabacoa, Ana y yo decidimos que nos merecíamos unas buenas vacaciones en un resort dominicano. Un jueves por la mañana salimos hacia Puerto Plata, que es la antigua Punta Cana. 

Decidimos hacer el viaje como buenas aventureras y nos fuimos en guagua desde Jarabacoa a La Vega, de La Vega a Santiago, de Santiago a Puerto Plata y una mini guagua de Puerto Plata a Playa Dorada…toda una aventura!

En Dominicana ya nos confunden con americanas siempre que paseamos pero las pintas que llevábamos las dos en Puerto Plata, andando con una mochila, pelo claro y rojitas… podéis imaginar la situación… Lo único que oíamos era “Americanas!” o “Gringas!” y nosotras contestando a cada persona “Nooo, somos españolas!”. En cuanto les decíamos eso ya eran amiguísimos nuestros. 

 

Al llegar al resort, nos refrescamos con un Banana Mama y nos relajamos un poco al sol del final de la tarde (es decir, no cogimos ni un rayo de sol)… De ahí fuimos corriendo a ducharnos con AGUA CALIENTE!!! Después de un mes y medio sin agua caliente, alucinamos bajo de la ducha! 

 

 Esa noche fuimos a la playa del resort y nos encontramos con una hoguera, fueron nuestras pequeñas fallas en la República Dominicana!!

Los animadores sacaron a la gente a hacer actividades en la arena y en una de ellas, un concurso de baile, gané con mi pareja neoyorquina-dominicana (que se movía menos que un palo) bailando la Lambada (de nuevo, gracias mamá por haberme enseñado el baile de pequeñita) y un tango (gracias a la familia Lavino y nuestra clase de tango en Buenos Aires!).

Nos hicimos amigas de los trabajadores del hotel ya que en cuanto les hablábamos con sus palabras y sobre su cultura, alucinaban con la cantidad de vocabulario y tradiciones que conocíamos. Después de muchas presentaciones decidimos decir que somos de Jarabacoa! Era importante identificarnos como buenas dominicanas ya que había un grupo enorme de canadienses borrachos, con los que no queríamos que nos confundiesen aunque blancas y rubias… era un poco difícil que no lo hiciesen.

Durante el día intentamos coger algún rayo de sol aunque fue un tanto complicado ya que estaba muy nublado y llovía de vez en cuando… A pesar de ello, logramos quedarnos a manchas rojas y blancas… y yo me quemé el trasero espectacularmente… Ah! Y como olvidar el momento en el que en una tienda de suvenirs decidieron fotografiarme el trasero sin que yo me diese cuenta!! Por ahí anda una foto prohibida (no vale buscarla…) Hay que decir que esta foto se realizó antes de estar rojo como un tomate…

Mientras esperábamos a que parase la lluvia nos dedicamos a comer y beber… Comimos mejicano e italiano, aunque yo no pude resistirme a una buena bandera dominicana de arroz, habichuelas y carne.

Como buenas gringas turistas, la siguiente noche vimos un espectáculo de música y danza folklore dominicana en primera fila! Que bien bailaban! Llegamos a la conclusión de que los dominicanos arrimaban cebolleta ya en la prehistoria! De ahí nos fuimos a una discoteca de los resorts aunque la música era como estar de vuelta en España así que los animadores nos llevaron a otro local puramente dominicano donde pudimos escuchar nuestros queridos dembow, bachata y merengue! 

A la vuelta de nuestro viajecillo, claramente, habíamos engordado. Así que hemos decidido cenar estilo dominicano: yuca, rábano y plátano sancochado (hervido).

Paso Bajito en familia

 

Fuimos a pasar unos días a Paso Bajito con nuestra pasante favorita, Emely! 

 

Pensabamos que íbamos preparadas para todo pero al llegar y ver que no había NADA de agua, que hacía mucho frío y que salían pajaritos (bichos voladores) hasta de debajo de las piedras, pensábamos que no sobreviviríamos! 

 

Por suerte la gente de Paso Bajito es muy acogedora y nos invitaron a cenar y comer en sus casas. Una familia en especial nos robó el corazón! <3 

Se trata de una familia encantadora de 6 hijos (3 chicas y 3 chicos) de edades muy parecidas que nos acogieron como si fuésemos una más. De hecho, nos convertimos en primas de ellos (sobre todo por el parecido en el color de piel…) 

 Nos llevaron a pasear al río, que según ellos estaba muy cerca, y que a nosotras nos pareció un mundo… Sobre todo a mí y a Emely. Ana sacó la exploradora que lleva dentro y nos sorprendió a todos. 

La casa es espectacular!! Está en medio de la nada, con las vistas más bonitas que he visto en este país y creo que en mi vida. Es una casa abierta a unas lomas y con una terraza circular que rodea la casa y desde la que puedes ver naturaleza en estado puro.

Gracias a ellos conocimos nuevos alimentos dominicanos como el rábano (que no es como el rábano asqueroso español) sino como una patata con mucho sabor. Nos encantó!

También hicimos voluntariado! Pasamos cuatro días intensos de charlas con todo tipo de gente, desde niños hasta adultos.

En una de estas charlas sobre sexualidad una chica nos preguntó que por favor le explicásemos que como era posible que su hermana se hubiese quedado embarazada siendo virgen. Podéis imaginar nuestras caras! Ana, la doctora oficial, le dijo que eso era imposible que solo le había pasado a la Virgen María. A pesar de que Ana le dijese que era imposible, la muchacha insistía que el doctor le había dicho que eso era muy frecuente y que efectivamente era virgen y estaba embarazada. Casi terminamos por creérnoslo!!

Carnaval Vegano!

El mes de febrero es el mes del carnaval en todo el mundo y aquí en la República Dominicana está el carnaval más famoso de Las Antillas. El más grande del país tiene lugar justo al lado de donde vivimos nosotros, en una ciudad llamada La Vega. 

Se celebra cada domingo del mes y uno de los domingos de este mes tuvimos el placer de ir a verlo en persona. Nos recogieron pronto por la mañana y fuimos a comer a un restaurante en un supermercado (por lo visto es donde se come bien aquí, ya que hay muy pocos restaurantes). De ahí fuimos a por nuestras entradas VIP para el palco del gobernador de La Vega. Al llegar a la ciudad ya se escuchaba y se oía el ambiente de fiesta típico de los carnavales. Con un calor insoportable y mucha música, empezó el carnaval! 

Tras recoger las entradas fuimos al palco VIP donde nos trataron como las princesas que somos: cerveza fresquísima (que ayudaba bastante con la señora resaca que teníamos), agua y refrescos. 

La cerveza Brahma, que es de las cervezas más baratas del país, se llama la cerveza de los veganos porque son muy tacaños (vamos, como si la llamásemos la cerveza de los catalanes…) Me encantó que hasta la cerveza que nos dieron estaba diseñada para el carnaval!

 

 Estos son los trajes del carnaval, los Diablos. Cada zona de la ciudad tiene su cueva (casal) desde el cual se escucha música a toda leche. Los grupos desfilan por las calles, de una manera muy pero que muy desorganizada!

Llevan una especie de porra llamada vejiga con la que van dando vejigazos (golpes) a la gente, pero golpes muy muy fuertes (a Ana le dieron uno!). Cada traje puede costar hasta 10,000 euros! Y se nota en los detalles de las máscaras.

Al ser tan blanquitas nos sacaban muchas fotos para periódicos de la zona y hasta nos hicieron una entrevista, que era algo así: - Hello – Hola - ¿Hablan español? – Un poco  - ¿De dónde son? – De España – HOSTIA TIO! (ahora mismo todos dicen eso por una canción que habla de españolas, que es toda una obra de arte). El palco estaba muerto de la risa toda la tarde!

Al final de la tarde unas chicas dominicanas muy simpáticas nos enseñaron a bailar la canción de moda en estos momentos, que ATENCIÓN, se llama: Menea Tu Chapa. La chapa, comúnmente denominada culo o trasero, aquí se mueve de una forma que te deja hipnotizado.Aquí os dejo el video espectacular de esta canción: http://www.youtube.com/watch?v=cOWMByXN33w

La experiencia del carnaval ha sido increíble, es lo que te imaginas cuando piensas en el caribe: muchísima gente, música a tope y colorido en cada esquina.