sábado, 23 de marzo de 2013

Un merecido descanso en Puerto Plata



Después de “mucho” trabajar aquí en Jarabacoa, Ana y yo decidimos que nos merecíamos unas buenas vacaciones en un resort dominicano. Un jueves por la mañana salimos hacia Puerto Plata, que es la antigua Punta Cana. 

Decidimos hacer el viaje como buenas aventureras y nos fuimos en guagua desde Jarabacoa a La Vega, de La Vega a Santiago, de Santiago a Puerto Plata y una mini guagua de Puerto Plata a Playa Dorada…toda una aventura!



En Dominicana ya nos confunden con americanas siempre que paseamos pero las pintas que llevábamos las dos en Puerto Plata, andando con una mochila, pelo claro y rojitas… podéis imaginar la situación… Lo único que oíamos era “Americanas!” o “Gringas!” y nosotras contestando a cada persona “Nooo, somos españolas!”. En cuanto les decíamos eso ya eran amiguísimos nuestros. 



 

Al llegar al resort, nos refrescamos con un Banana Mama y nos relajamos un poco al sol del final de la tarde (es decir, no cogimos ni un rayo de sol)… De ahí fuimos corriendo a ducharnos con AGUA CALIENTE!!! Después de un mes y medio sin agua caliente, alucinamos bajo de la ducha! 


 

 Esa noche fuimos a la playa del resort y nos encontramos con una hoguera, fueron nuestras pequeñas fallas en la República Dominicana!!

Los animadores sacaron a la gente a hacer actividades en la arena y en una de ellas, un concurso de baile, gané con mi pareja neoyorquina-dominicana (que se movía menos que un palo) bailando la Lambada (de nuevo, gracias mamá por haberme enseñado el baile de pequeñita) y un tango (gracias a la familia Lavino y nuestra clase de tango en Buenos Aires!).



Nos hicimos amigas de los trabajadores del hotel ya que en cuanto les hablábamos con sus palabras y sobre su cultura, alucinaban con la cantidad de vocabulario y tradiciones que conocíamos. Después de muchas presentaciones decidimos decir que somos de Jarabacoa! Era importante identificarnos como buenas dominicanas ya que había un grupo enorme de canadienses borrachos, con los que no queríamos que nos confundiesen aunque blancas y rubias… era un poco difícil que no lo hiciesen.




Durante el día intentamos coger algún rayo de sol aunque fue un tanto complicado ya que estaba muy nublado y llovía de vez en cuando… A pesar de ello, logramos quedarnos a manchas rojas y blancas… y yo me quemé el trasero espectacularmente… Ah! Y como olvidar el momento en el que en una tienda de suvenirs decidieron fotografiarme el trasero sin que yo me diese cuenta!! Por ahí anda una foto prohibida (no vale buscarla…) Hay que decir que esta foto se realizó antes de estar rojo como un tomate…



Mientras esperábamos a que parase la lluvia nos dedicamos a comer y beber… Comimos mejicano e italiano, aunque yo no pude resistirme a una buena bandera dominicana de arroz, habichuelas y carne.



Como buenas gringas turistas, la siguiente noche vimos un espectáculo de música y danza folklore dominicana en primera fila! Que bien bailaban! Llegamos a la conclusión de que los dominicanos arrimaban cebolleta ya en la prehistoria! De ahí nos fuimos a una discoteca de los resorts aunque la música era como estar de vuelta en España así que los animadores nos llevaron a otro local puramente dominicano donde pudimos escuchar nuestros queridos dembow, bachata y merengue! 


A la vuelta de nuestro viajecillo, claramente, habíamos engordado. Así que hemos decidido cenar estilo dominicano: yuca, rábano y plátano sancochado (hervido).


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